Los lugares de lectura son una excelente manera de generar la ambientación adecuada para disfrutar de los libros preferidos y dar rienda suelta a la imaginación por medio de las palabras. Pero ¿por qué no redoblar la apuesta y poseer una gran biblioteca en el hogar?
En Decoracionia hemos hecho referencia a los espacios destinados a la lectura, pero es en este caso que vamos más allá de un pequeño rincón, estamos haciendo referencia a una estructura, a una completa habitación que no tenga nada que envidiarle a las grandes bibliotecas.
Para lograrlo, es preciso destinar una habitación exclusiva para este fin. Indudablemente, no todos pueden darse ese lujo, pero hay quienes pueden sacar máximo provecho de un ambiente que esté inutilizado. Crear una biblioteca en el hogar demanda esfuerzo económico y dedicación, pero nada se compara con la satisfacción de contar con un sector único y especial para un fin determinado.
Lo primero es instalar los estantes. Lo más recomendable para adoptar una imagen intelectual y característica de los grandes centros de lectura es utilizar madera. Si la compra de grandes muebles es imposible, los pallets son una forma económica de adquirir estanterías a bajo costo y su instalación es muy sencilla; solo basta con darles la profundidad deseada serruchándolos y amurarlos a la pared con tornillos.
Cubriendo las cuatro paredes con dos o tres niveles de estantes se logra un efecto tridimensional. La estética de los pallets no resulta ser un inconveniente, ya que serán las tapas de los libros las que darán la imagen y percepción definitiva a los visitantes.
El uso de algunos puff o sillones distribuidos por la habitación con lámparas de pie ubicadas estratégicamente le dará un toque especial, complementando una hermosa decoración para una biblioteca en el hogar. Sólo resta ahora llenar los estantes con los títulos predilectos, los que pueden ser además clasificados por género de acuerdo a cada nivel de las estanterías.