Azulejos pintados

Como se ha repetido en distintos post es innegable que la importancia de la cocina desde el punto de vista estético ha logrado un valor impensado. El cuidado de los pequeños detalles y la necesidad de ambientación de los espacios actuales no condicen en lo absoluto con lo que fueron épocas pasadas. Siguiendo esa línea de pensamiento, los azulejos pintados por los propios moradores son capaces de embellecer las habitaciones de forma sencilla y económica.

Si bien en el presente artículo hacemos referencia a la aplicación de pintura en los azulejos de la cocina, el proyecto es también completamente utilizable para baños y todas aquellas áreas en las que estén instalados.

Los azulejos pintados pueden brindar una instantánea renovación al aspecto en general. Dependiendo del o los colores seleccionados para refrescar la imagen de las paredes se logra incorporar alegría, elegancia e incluso sensaciones visuales placenteras.

Ahora bien, ¿cuál es el proceso correcto para evitar detalles negativos en el resultado final? Básicamente, para lograr azulejos pintados de calidad en preciso limpiar cada uno de los azulejos y dejarlos secar correctamente.

La cinta de pintor es un elemento esencial para realizar este tipo de tareas, ya que ayuda a proteger las partes que no queremos afectar al proyecto. De esa manera nos podemos asegurar que los azulejos pintados sean los únicos elementos que sean modificados.

Una excelente manera de personalizar los azulejos pintados es utilizando plantillas impresas con los motivos selectos. La combinación de colores es también una técnica atractiva, demandando además menos virtudes para las manualidades ya que solo se alterna el color con los cuales los azulejos son pintados.

En los casos en que los azulejos pintados son de tamaños demasiado pequeños indudablemente la técnica consistió en aplicar la pintura con viejos cepillos de dientes u otros de tamaños menores para no sobrepasar los límites de cada pieza.