Combinar diferentes tipos de luces es uno de los principales recursos utilizados por las decoraciones eclécticas. Apliques de pared de diferentes materiales tales como vidrio de color, mármol, plástico y otros tantos pueden cambiar significativamente la percepción de un ambiente.
Jugando constantemente con el reflejo en los muros y apelando a la luminosidad y el brillo generado por cada elemento se logran hermosas sectorizaciones de diferentes intensidades, otorgándole una dosis de misterio y elegancia a los espacios afectados.
En algunos casos, la madera puede ser una hermosa solución al ser utilizada como pantallas de las luces que, al ser instaladas como apliques de pared, pueden integrarse perfectamente a estilos rústicos.
Por otra parte, los apliques de pared enchapados son ideales para decoraciones industriales o en las cuales es justamente el metal uno de los elementos destacados. Como se ha compartido en artículos anteriores, tanto las pinturas como telas metalizadas han cobrado un estruendoso auge en las ambientaciones modernas.
Teniendo en cuenta esa tendencia, los apliques de pared con detalles en chapa o metal serán uno de los accesorios de iluminación más buscados de la presente temporada. El brillo propio de algunos metales más el agregado de las luces genera una espectacular proyección luminosa; además del contraste de sombras causado al estar cercanos a la pared.
La fácil instalación y la practicidad de los mismos han convertido a los apliques de pared en elementos útiles y adaptables a cualquier estilo dependiendo de sus características estéticas, tamaño y diseño. Son verdaderamente muy utilizados para espacios de lectura o lugares donde una iluminación direccional y sectorizada es una ventaja.
Ubicados por encima de los espejos, los apliques de pared mejoran la visualización del rostro, algo fundamental para un agradable cuidado del aspecto personal. Para darle uniformidad y sentido de la elegancia es preferible que los apliques de pared sean seleccionados de acuerdo al material del marco del espejo o botiquín.