Con el paso de los años, los estampados animal print han tomado mucha relevancia en el universo de la decoración. Su fuerte presencia garantiza siempre un inmediato foco de atención, convirtiéndose indudablemente en el centro de todas las miradas.
No importa si es en cuero pintado, elaborado con materiales sintéticos o sencillamente agregado a un ambiente con empapelados y vinílicos, la combinación de colores representativos de las pieles de animales siempre es atractiva.
Patrones en blanco y negro, representativos de las cebras o la audacia característica de los leopardos son los modelos más habituales, aunque se ha ido experimentando con tonos alternativos que han abierto un nuevo abanico de posibilidades.
Los pasillos, escaleras y lugares de transito habitual pueden renovarse y adquirir un alto impacto visual con alfombras, tapetes de pared y otras alternativas. El secreto es utilizar el sentido común y colocar algunos toques de animal print en diferentes lugares.
Esto se debe a que, a pesar de su belleza, el abuso de este tipo de estampados produce que el ambiente se sature demasiado, creando un espacio vulgar en el que el animal print pierda su natural belleza.
Es muy delgada la línea entre estilo y exceso. Lo recomendable es utilizar animal print en alguna de las paredes, una alfombra y pequeños cobertores para sillones y sofás. Los almohadones son una buena manera de aplicarle audacia al espacio sin saturarlo.
Algunos elementos de menor tamaño como marcos de cuadros, manteles y adornos en general deben ser utilizados conscientemente, ya que es muy fácil excederse, sobre todo para los amantes de este estampado salvaje.
Mantener el equilibrio es esencial para decorar responsablemente utilizando estampados con motivos animal print, siendo los colores neutros de las paredes los más recomendados para resaltar al máximo las bellezas propias de los diseños.
Los estilos rústicos y obviamente las ambientaciones africanas son asiduos usuarios de este tipo de estampados.