Mientras la atención se centra en los maravillosos árboles, los adornos de pared son un complemento fundamental para crear un verdadero ambiente navideño en el hogar.
Con poca inversión, algo de ingenio y muchas ganas de embellecer los muros de la habitación es posible crear hermosos elementos que contagian e irradian sensaciones propias de ésta época del año.
Las tarjetas de Navidad suelen ser colocadas en el propio árbol o archivadas a manera de recuerdos familiares. Para concretar la primera idea que se comparte, es necesario activarlas y darles un uso más práctico.
Básicamente se forra con tela una tabla, pizarra o rectángulo de telgopor que servirá como base para exponer las tarjetas. Con cintas es posible formar un copo de nieve y luego en los extremos del símbolo se pegan o amuran las tarjetas.
Lo ideal es utilizar telas de color azul o violáceas para que den sensación de invierno y combinen a la perfección con el blanco copo de nieva.
Entre otros adornos de pared, el objetivo de uno muy sencillo es darle utilidad a los marcos de fotografías o espejos vacíos. El secreto de esta novedad es la colocación de una hermosa cinta y una bola de cristal que sirvan de colgante para adherir o acercar el marco a la pared.
También se puede optar por añadir retazos de papeles o telas en el centro del marco, si la idea del cuadro vacío no resulta convincente.
Las escaleras vuelven a protagonizar una decoración. En este caso se cruza un cordel en forma de X y con broches o ganchos se agregan las fotografías familiares o tarjetas navideñas deseadas. Agregando algo de dificultad pero a la vez elegancia, considerar el pintado previo de la escalera es una buena alternativa.
Son muchas las diferentes maneras de ambientar con motivos navideños. Más allá del árbol, los detalles existentes en paredes determinan la culminación de una íntegra decoración navideña.