Aunque no se perciba demasiado y resulte ser un aspecto subestimado, el piso de cada ambiente cumple un papel preponderante desde el punto de vista decorativo; incluso más que otras características que suelen mencionarse con mayor frecuencia.
Para seleccionar el piso perfecto, deben considerarse algunos condicionantes propios del grupo o la persona que habita en el hogar. Básicamente, el tráfico habitual de personas, la presencia o no de niños, el presupuesto disponible y el estilo que se desea mostrar son aspectos a tener en cuenta.
El transitar de mascotas y niños debe ser compensado con pisos sólidos, predominando las baldosas cerámicas, vinilos y parquet. Aseguran una limpieza mucho más sencilla y garantizan mayor resistencia a todo tipo de maltratos.
Si las características hogareñas son un poco más relajadas y la circulación de personas es menor, es factible pensar en algunos complementos que le darán mayor valor estético y confort a los ambientes como alfombras, pisos de goma y otros materiales flexibles
Por otra parte, cada ambiente es diferente al resto y debe respetarse ese principio al seleccionar los pisos. La sala de estar, por ejemplo, justifica una vistosa exhibición del suelo, pero debe tenerse en cuenta que factores externos como agua de lluvia, nieve o barro pueden entrar en contacto y afectar la durabilidad de los mismos.
Obviamente, en los ambientes donde la presencia de agua es inevitable como cuartos de baño o lavadero deben evitarse materiales frágiles y seleccionar siempre aquellos que contengan características impermeabilizantes.
En los últimos años se han incorporado al mercado pisos con características ecológicas que además lucen realmente muy bien. Placas de vidrio reciclado, suelos íntegramente elaborados con corcho y otros tipos de madera ya son parte de varias viviendas a nivel mundial. Es una excelente manera de aportar estilo en el hogar y ayudar a la protección del medio ambiente.